Aloe vera para calmar las quemaduras, hiedra para la tos, alfalfa para evitar la caída del cabello, pavolina para la ansiedad... el efecto curativo de las plantas medicinales se conoce desde la antigüedad. Los españoles, desilusionados por la falta de eficacia del fármaco convencional y preocupados por las secuelas que arrastran los componentes químicos de las pastillas, se acercan convencidos a la medicina alternativa como el remedio más sano para aplacar sus males. La meditación reposada y las agujas chinas ganan terreno al antibiótico de toda la vida.
Llegó la hora de la terapia verde: acupuntura, reflexología, homeopatía, fitoterapia, quiromasaje… Su demanda crece de forma exponencial en todo mundo. España no se queda atrás y, según los expertos, uno de cada cuatro españoles confiesa hacer uso de esta medicina complementaria.
Planta del optimismo
¿Cuáles son los beneficios de la medicina natural? La ventaja de las plantas frente a la medicina tradicional proviene, según los expertos, de la visión global de la persona a la hora de elaborar un diagnóstico y proponer una solución, partiendo del principio básico de que cuerpo y mente son un todo indisoluble que hay que tratar conjuntamente.
“La diferencia radica en el trabajo. A diferencia de la medicina convencional, esta terapia no intenta paliar únicamente los síntomas del dolor sino que pone en marcha todos los mecanismos del cuerpo humano para luchar contra la enfermedad”, explica Rafael Torres, vicepresidente de la Asociación Española de Médicos Naturistas.
La farmacia vegetal ofrece gran cosecha, con más de 400 plantas que se comercializan y que se utilizan en forma de polvos, extractos líquidos, pastillas o infusiones. La Agencia Española del Medicamento es la encargada de aprobar la licencia farmacéutica de cualquiera de estos productos, una vez que los fabricantes acrediten su eficacia para combatir una dolencia específica y garanticen que no conlleva efectos secundarios importantes. Transcurren muchos años hasta que se legaliza su comercialización, a pesar de que los efectos positivos de la medicina verde son conocidos desde antaño.
El ginseng, por ejemplo, experimentó su gran éxito en Occidente en el siglo XVIII. Las investigaciones clínicas sobre la denominada “flor de la vida” confirmaron que su acción tónica y revitalizante sobre las células del cerebro se traduce en una mejora en el rendimiento físico e intelectual.
También se han demostrado los beneficios de la hierba de San Juan como antidepresivo. El uso de la medicina verde aporta grandes beneficios para el sector entre las más de 100 marcas que la comercializan. Por otra parte, el mercado de la cosmética ha sabido aprovechar esta fiebre y muchas firmas recuerdan las raíces primitivas y se apuntan a los tratamientos bio. Sanoflore, The Body Shop, Armonía Bio o Care son algunas de las marcas que han elaborado una línea especial basada en esto, con ingredientes 100% naturales o procedentes de la agricultura biológica y sin un ápice de añadidos químicos o siliconas.
Aunque esta ciencia es materia de estudio en la mayoría de las facultades de Medicina y Farmacia, falta un respaldo legislativo para que acaben de asentarse. Varios estudios revelan que más del 75% de los enfermos acudirían a estas terapias si estuvieran cubiertas por la Seguridad Social.
Fuente: gaceta.es
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