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15/4/11

Síntomas producidos por exposición a la radiación


Debido a la situación que se está viviendo en Japón, más precisamente en 4 de los reactores ubicados en la central nuclear de Fukushima, me parece importante conocer estos datos referentes a las consecuencias que puede ocasionar la radiación. Espero les sea útil.
La exposición a radiación es perjudicial para la salud y llega a ser mortal si se sobrepasan ciertas dosis. Se consideran enfermedades por radiación a todas aquellas afecciones derivadas de una exposición a emisiones radiactivas. Las personas no podemos ver ni detectar la radiación, pero los contaminantes radiactivos se acumulan en el organismo y, con el tiempo, su acción puede dar lugar al desarrollo de enfermedades como el cáncer.
La intensidad de las emisiones radiactivas se mide generalmente en una unidad conocida como gray (Gy). Cuando las mediciones alcanzan un gray ya se aparecen síntomas como malestar general, dolor de cabeza, fiebre, náuseas o vómitos y diarrea. Si las dosis de radiación superan los seis Gy, las posibilidades de supervivencia se reducen considerablemente, incluso aunque se afronten con el tratamiento adecuado. En tan solo unas semanas (en algunos casos incluso en algunas horas), una radiación de esa intensidad puede originar la muerte de una persona. Como los efectos de la radiación son acumulativos, si se trata de una exposición leve, pero continua, el peligro es similar.
Existen múltiples factores que determinan los efectos que puede provocar la raciación sobre el organismo: la dosis, el tiempo de exposición, y la zona corporal afectada. Cuando la dosis es muy alta, y generalizada, la persona puede presentar como hemos comentado  mareos, náuseas y vómitos, y la muerte puede llegar en un plazo muy breve de tiempo. En el caso de un accidente nuclear es muy complicado determinar la cantidad real de radiación que ha recibido un individuo, por lo que es preciso además observar ciertos signos para determinar la gravedad de la exposición como: cuánto tiempo ha pasado desde la exposición a la manifestación de los primeros síntomas, la severidad de los mismos, y las modificaciones sufridas en los glóbulos rojos.
Los síntomas más habituales en caso de exposición a radiación son:
  • Náuseas y vómitos.
  • Fatiga y debilidad.
  • Hemorragias.
  • Fiebre.
  • Dolor de cabeza
  • Diarrea.
  • Quemaduras en la piel.
  • Mareos.
  • Inflamación de las zonas expuestas.
  • Convulsiones.
  • Pérdida de cabello.
  • Hematomas.
  • Deshidratación.
  • Alteraciones intestinales.
Los trastornos que presentan con mayor frecuencia los supervivientes de una exposición a radiación son:
  • Cáncer: especialmente de tiroides, ya que esta glándula absorbe el yodo radiactivo. Tras el accidente de Chernóbil se incrementó notablemente la incidencia de este tipo de cáncer en la zona afectada. Otros contaminantes radiactivos, como el estroncio 90 y el cesio (C-137), se acumulan también en el organismo y son responsables de otro tipo de cánceres como el de huesos y los tumores cerebrales, además de debilitar el sistema inmunitario. Actualemente, los japoneses tenían una media de riesgo de mortalidad por cáncer del 20-25%. Según el profesor de la Universidad de Manchester Richard Wakeford, un experto en la exposición a la radiación, ese riesgo podría aumentar por la radiación actual entre un 2% y un 4%.
  • Alteraciones gastrointestinales.
  • Afectación de la médula ósea, que origina anemia, y puede ocasionar también leucemia.
  • Infertilidad o malformaciones en los descendientes por daños en los ovarios y los espermatozoides, que pueden conllevar cráneos pequeños, cerebros de menor talla, ralentización del crecimiento hasta problemas severos de aprendizaje.
  • Mayor incidencia de infecciones bacterianas y otras enfermedades, debido al debilitamiento del sistema inmunitario.
Fuente: webconsultas.com

10/4/11

Nueces, una buena elección




Estudios demostraron que los frutos secos, en particular los de cáscara dura, son alimentos muy nutritivos y buenos para la salud, sobre todo para el bienestar del corazón. Los beneficios de incluirlas en la dieta
Una investigación analizó el nivel de antioxidantes que contienen. Ahora, un nuevo estudio centrado en los frutos de cáscara dura encontró que, entre ellos, la nuez es un producto natural “casi perfecto” por su alto nivel de antioxidantes y proteínas.
Además de sus beneficios nutricionales, contiene altos niveles de polifenoles, compuestos químicos antioxidantes que ayudan al organismo a contrarrestar los efectos de las moléculas que causan oxidación y dañan a las células.
Estudios pasados sugieren que el consumo regular de estos frutos secos puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, determinadas clases de cáncer y diabetes tipo 2.
Más y mejores antioxidantes
Según los científicos de la Universidad de Scranton, Pensilvania (EEUU), entre todos los frutos secos de cáscara dura las nueces contienen una combinación de antioxidantes mayor en número y calidad que cualquiera de ellos.
El estudio -que fue presentado durante la Reunión Anual de la Sociedad Química Estadounidense- analizó los niveles de nutrientes en nueve tipos de frutos de cáscara dura: las nueces, pistachos, almendras, cacahuates (maníes), nuez de Brasil, piñones, anacardo (castaña de cajú o nuez de la India en distintos países), macadamias y pacanas.
Todos estos productos son ricos en nutrientes como vitamina E, minerales, y ácidos grasos monoinsaturados y ploiinsaturados.
Los científicos encontraron que la nuez contenía más antioxidantes polifenoles que cualquier otro fruto.
“Hallamos que está por encima de los maníes, las almendras, las pacanas, los pistachos y otras nueces”, afirmó el doctor Joe Vinson, quien dirigió el estudio. “Un puñado de nueces contiene casi dos veces más antioxidantes que una cantidad equivalente de otro fruto seco de cáscara dura que se consume comunmente. Pero, lamentablemente, la gente no come suficientes nueces. Y este estudio muestra que se debe ingerir más de este producto como parte de una dieta sana”, añadió el investigador.
Grasas “buenas”
El doctor Vinson encontró que las nueces no sólo contienen más antioxidantes que otros frutos secos, sino que además los antioxidantes que contiene son mucho más poderosos y potentes.
Por ejemplo, los polifenoles antioxidantes de la nuez son entre cuatro y 15 veces más potentes que la vitamina E, que -se sabe- es muy beneficiosa por sus poderosos efectos antioxidantes.
Otra ventaja para elegir a la nuez como una fuente de antioxidante, dice el doctor Vinson, es que no suele comerse tostada como otros frutos secos.
“El calor que se desprende al tostar el fruto por lo general reduce la calidad de sus antioxidantes”, explicó, al tiempo que agregó que “la gente come nueces crudas y sin tostar, y así se obtiene toda la efectividad de esos compuestos”.
Una creencia equivocada sobre estos productos, por la cual no se suelen comer grandes cantidades de ellos, es que se piensa que engordan por su alto contenido de calorías y grasas.
Pero tal como señala el doctor Vinson, “las nueces contienen grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, que son ‘grasas buenas’, y no contienen las dañinas grasas saturadas que pueden causar estrechamiento de las arterias”.
Y para completar sus beneficios como alimento “casi perfecto”, las nueces son una fuente rica de proteínas de alta calidad, que según los investigadores puede sustituir a la carne, además de vitaminas, minerales y fibra. También están libres de lácteos y gluten.
Según el doctor Venison, basta con comer unas siete nueces al día para obtener todo el potencial de los beneficios a la salud de estos productos.
Fuente: Nutrar.com